
LAURIE LITOWITZ
UNDER THE SKY WE COME CLOSER
BAJO EL CIELO NOS ACERCAMOS
El titulo Bajo el cielo nos acercamos resume el propósito del trabajo que anima a la obra de esta exposición. Nos refiere a una fascinación de la artista por el espacio exterior y sus cuerpos planetarios. Asimismo, también aborda la situación de los humanos aquí en la Tierra, mediante la presencia de hojas de papel, texturas vegetales y piedras aisladas construyen un entramado de diagramas y esencias en las cuales la artista nos revela ecos de su experiencias emotivas.
Nuestro cuerpo es un condicionante, una manera de estar en el mundo y de ser en el tiempo. El cuerpo es una presencia transmutante y el medio para conocer aquello que está más allá de nuestra piel. La obra de Laurie Litowitz es un testimonio de lo anterior.
Sus creaciones giran a menudo en torno a su cuerpo y del otro. Cada pieza que crea es un reflejo de su interioridad y de su forma de experimentar la presencia de los otros y el universo.
La artista explora el papel, la piel y las telas, los expande y fascinada por las marcas de los dobleces, las arrugas, las cicatrices, se lanza a crear el mapa de su experiencia. Laurie observa la piel del hombre y la mujer con los ojos del astrónomo. La mirada femenina permanece atenta a las constelaciones de lunares, poros, y tonos de la carne. La pasión de su inspección la lleva a integrar el macrocosmos en un microcosmos, una bitácora hecha de imágenes concretas: piedras, huevos, cortezas de árboles, bordados y poemas de palabras.
Las obras exhibidas integran una seductora ceremonia iniciando con la cita de un espacio vasto y lejano, donde involucra una presencia diminuta e íntima. Esta es la manera de Laurie Litowitz de reafirmar cuando la emoción resulta mayor que la distancia y el tamaño de una galaxia. Era marzo de 2020, el principio de la pandemia. Nadie supo cuánto duraría, lo que todos sabían era que la muerte está presente, como una amenaza muy real. En ese periodo de confinamiento, la artista se sumerge en su archivo personal y comienza a elaborar cartas para los amigos, sus compañeros de viaje. Pareciera como si ella de verdad hubiese sabido la duración de la pandemia. En realidad, solamente intuyó la soledad que la aguardaba.