Mu Siete Artistas Siete Vacíos
Siete artistas y Siete Vacíos (七人七無)
Existe una relación muy particular entre la pintura y la arquitectura; una dónde una disciplina ha contenido de alguna forma a la otra y viceversa. Si bien la pintura ha servido históricamente como vehículo de representación espacial y mitificador del objeto arquitectónico desde su concepción más tectónica, la arquitectura igualmente se ha convertido en un recinto consagrador del objeto artístico a nivel de institución cultural. Quizás la convergencia más relevante suceda entonces en el proceso creativo, donde las dos tratan esencialmente de un mismo tema: transacciones comunicativas.

Confrontar estas transacciones, vertidas en el trabajo de siete artistas que comparten en principio exploraciones espaciales a través de la pintura, nos lleva a pensar inevitablemente en el artificio de la arquitectura y en la arquitecturalización del arte. Siete artistas que comparten una generación y una topografía cultural podría decirse, pero que desde mi lectura la mayor relevancia radica en su exploración del vacío.

“MU” 無 es un concepto japonés que apunta hacia el vacío, una idea que el filósofo Nishida Kitaro relaciona con la “experiencia pura”, desprendida de cualquier apego y significado consciente. Ciertamente no es una idea de atemporalidad, sino de una arraigada en el presente, donde no ha quedado espacio para el pasado ni para el futuro; más como una pequeña puerta a otra dimensión. Es también un vacío lleno de contradicciones pero que terminan formando una sola unidad.

El vacío en el trabajo de estos siete artistas se desdobla más como una substancia que estructura otros dos conceptos relevantes en sus obras: el espacio y el tiempo. En algunos casos el peso del lienzo y los límites de sus bordes se disuelven ante la ingravidez que existe en el vacío; en algunos otros la luz se refleja y deforma hasta crear planos abstractos; en otros se convierte en instrumento que amplifica el sonido la memoria. El vacío en sus obras no es meramente de carácter fenomenológico sino sistemático; genera, organiza y comprende universos propios.

Casi como espejos, siete vacíos se han creado también para el ojo que observe incisivamente, para inundarlos de nuestra propia sustancia y revelar nuestra única y verdadera forma.
Rafael A. Balboa