CADÁVER EXQUISITO
Exposición colectiva
Existe una pintura de Van Gogh que siempre me ha parecido fascinante, se llama “Cráneo con cigarro encendido” (1885) y no necesita demasiada descripción. Es lo que llamaría un “auténtico cadáver exiquisito”, pues la pose de la calavera nos induce a pensar que está posando, relajada, mientras el pintor observa el esqueleto y todos sus matices en una oscura habitación holandesa. Salí de esa habitación oscura, recuerdo que me saqué las gafas pero no recuerdo donde las dejé. Empecé a caminar sintiendo la humedad y los olores del bosque, no me había dado cuenta pero el agua ya me llegaba a la cintura. El cuerpo se fue transformando en un cuerpo acuático o líquido. Un cuerpo con pequeños cortes por los que crecían plantas de color verde profundo... estaba a punto de entrar a lo que se llama abismo. En la inmensa profundidad hubo una conexión entre ese cuerpo y sus seres más queridos, al unísono se dijeron tantas cosas y cortaron la maleza, escribieron el final de su vida en común. “Yo soy maleza, córtame, decía profundo e inmenso, lúbrico final tuvieron” Mis marfiles te masticarán hasta que el pinole te tenga celos... y las nubes se deshidraten y no puedas ser usado como fertilizante orgánico. “El sarcasmo es el suspiro del animal herido, el último bastión que nos queda para enfrentar a la muerte, a la negligencia de los dioses y a los amores perdedizos.” Guendanabani xhianga sicarú Ne gasti ru niuganda laa Diuxi biseenda laanu guidxi layú Ne laa cuidxi laanu ra nuu. Napu qui gapu zielu, Cadi ti napu ziaanu Nahuini naro' guirá Sabih Ne cadi gixi huidxe guuyu laa ma zedabi Ti bissana sti Nga huaxa que ziuu dxi. Laanu ma ziuunu guibá Xunaxido nga gapa laanu ndaani naa. Ora ma ziuunu nacahui riaana ndaani yoo Ne ruxuilu, zuhuaabe galaa batóo ti nisadoo Canaba lú xunaxido Cu'laa un ndaani ladxidoo. Guiruti na qui zie Guirá napa xhi chee Ne dxi guidxiña dxi Zaduunanenu ne guirá ni ma zee. Rezaremos, pediremos, amaremos y todos se acordarán de aquellos que para bien y mal dejemos. Por los que ya no pueden con nosotros platicar, por todxs los que aún podemos gritar... y en memoria de los peces muertos que son los únicos que siguen la corriente. Murmuró el río que siempre. Nunca se sabe cuál es el último abrazo , el último beso, el último día, por eso hay que hacer siempre lo que nos hace felices. Solo la muerte es el camino para llegar al sol. Subimos de la mano, una duna que se desmorona. Llegamos a la cresta y es sólo el comienzo de infinitas repeticiones. El cazador se acuesta, echa a un lado su lanza, cierra los ojos. La carne es suave bajo la garra, sangra como la miel, la avispa no pica, el martilleo no cesa. La eternidad es la profundidad del alma.